miércoles, 21 de marzo de 2018

No te he visto otra vez

Se me antoja complicado el proceso de desconocerse para dos que, sin haberse visto nunca, se conocían de toda la vida y es que aún sin verse, existe. Me refiero al media vuelta y resorte que hace que todo encaje. Al complicado mecanismo.
La primera vez que la vi ya la había visto; la primera vez que me enseñó todo lo anterior ya lo había aprendido.

Ella muy suya y yo muy mío. Dos trenes de mercancías compartiendo vía en sentidos opuestos, sin querer hacernos daño pero sin ánimo de frenar nuestro avance.

Tanto va el cántaro a la fuente que olvidamos que la fuente podría vaciarse, que nos fijamos en el contenedor y obviamos el contenido.

Creo haberte visto en compañía de otros aunque esto pueda ser producto de mi imaginación. No lo descarto. Apareces en cada rincón y a la vuelta de cada esquina. 

Jugarretas de la mente o las ganas que tengo de volver a verte
por
primera
vez.

Nos conocemos tan bien que sabes que no llamaré. También que tú tampoco.
Jodidos círculos viciosos en busca de cuadratura, que debe romperlos ella, que yo no tengo la culpa o, al menos, esta vez…

Difícil proceso el de desconocerse cuando te conoces desde siempre. Eso de que salga el sol por Antequera y la media luna por Bagdag, que como ya dijo Sabina, que los sueños sean mentira, de verdad…