viernes, 1 de julio de 2022

Como una ofensa

Para cruzar,
un joven espera a que el mismo coche pase de nuevo.
A su mismo tiempo una mujer sacude un mantel desde su balcón, como ondeando una bandera llena de estrellas fugaces que no quieren desprenderse. Los sueños, deseos.

Un perro abandonado no comprende su soledad.
Al otro lado de la calle ha dejado de llover para dar paso a la nieve que cae del cielo; como dentro de una de esas bolas de siempre, llenadas de agua y corcho blanco, que regalan aquellos que se acuerdan de ti en la estación.

Una mamá da el pecho a su bebé.
Un señor mira el hecho con gesto de indignación, como una ofensa.
Allí, un repartidor busca descontroladamente una dirección, se le echa el tiempo encima; no es consciente que ahora..
es y será
siempre.

Se oye como alguien toca su guitarra desde la cuarta planta de un edificio levantado hace más de medio siglo, cuando el tiempo pasaba. Da paso a un único acorde..
..acorde al ritmo que ni avanza ni se detiene.

Hay urnas en la calle, lugar en donde la gente sabe, indignada, votar su muestra al de siempre.
Un empleado recibe en mano los ingresos por trabajar en silencio, sin dejar lugar del tiempo que pasa lejos de los suyos.

A veces la eternidad dura un segundo que no deja de repetirse.
A veces dan ganas de irse, pero tardamos la vida en morir.
Sin cruzar.

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